domingo, 22 de abril de 2012

~ Adicciones *

Una enfermedad primaria, progresiva y mortal: Vamos a analizar por partes este novedoso concepto.
 
 

Drogadicción

La drogadicción es una enfermedad producida por el consumo compulsivo de cualquier sustancia que produzca dependencia afectando al sistema nervioso central; lo cual produce alteraciones en el funcionamiento corporal, el comportamiento, la percepción sensorial, el juicio y las emociones.
Los efectos de las drogas dependen del tipo de droga y de la cantidad y frecuencia con la que se consume. Existen ciertas drogas legales, como el tabaco o el alcohol, y otras ilegales, como la marihuana, la cocaína, la heroína, etc. Sin embargo, todas se caracterizan comúnmente porque al ingerirlas (pueden ser inyectadas, tragadas o fumadas) son transferidas hasta el cerebro por la sangre provocando así un malfuncionamiento. Algunas pueden provocar excitación, euforia, alucinaciones, mientras que, otras pueden relajar o distorsionar la realidad.
El consumo de drogas no sólo conlleva riesgos en la salud de una persona, sino que también afecta su personalidad. Actualmente, cada vez son más los jóvenes que recurren a las drogas como método para "disfrutar más la vida" debido a los efectos descontrolados que éstas provocan. El problema está en que, si bien comienza siendo un consumo voluntario, luego de una exposición prolongada de la función cerebral a la droga, la persona pierde la habilidad de decisión. Así es como el consumo de la droga se vuelve compulsivo.
 
Alcoholismo
El alcoholismo es una enfermedad caracterizada por la dependencia física hacia el alcohol. Un alcohólico no posee control sobre su consumo y su grado de tolerancia al alcohol suele ir aumentando. Cuando su ingesta es interrumpida (de 12 a 24 sin beber), se manifiestan los síntomas de abstinencia. Estos síntomas son como una resaca pero de mayor duración e intensidad (dolor de cabeza, deshidratación, náuseas, debilidad, escalofríos).
Las causas del alcoholismo son muy variadas; dependen de las condiciones socioculturales de cada persona. Entre ellas se pueden distinguir la ansiedad, la depresión, la inseguridad, los conflictos en relaciones interpersonales y la facilidad para conseguir el alcohol debido a la aceptación social de su consumo
En el tratamiento del alcoholismo es muy importante la motivación del paciente y del terapeuta para conseguir la abstinencia, y en ella se pueden describir varias fases. La primera fase es la de contacto inicial, en la que es fundamental conseguir una buena relación para un favorable desarrollo del tratamiento. En la segunda se realiza el tratamiento del síndrome de abstinencia (mal llamada “fase de desintoxicación”). La última fase es la de consolidación y mantenimiento de la abstinencia o de deshabituación, y es precisamente en esta fase cuando las técnicas psicoterapéuticas se utilizan de manera preponderante.
 

Bulimia y Anorexia

El éxito de la terapia para los trastornos de la alimentación (Eating disorders) depende de muchos factores: la propia personalidad del paciente y el deseo de cambio, la duración de su trastorno, la edad en que comenzó la enfermedad, su historial familiar, su nivel de habilidades sociales y vocacionales, la complicación con otros trastornos como la depresión y, sobre todo, depende del tipo de tratamiento. Es importante comprender que cuando hablamos de trastornos de alimentación básicamente estamos hablando de la adicción a comer o no hacerlo. Todotrastorno alimentario, sea bulimia, anorexia, la coexistencia de ambas, es básicamente una adicción, una compulsión irrefrenable a no comer o hacer una ingesta compulsiva, a vomitar, a hacer purgas, a estar obsesionados con las calorías, el espejo y nuestra imagen corporal. 

El Método de Fundación Manantiales® es un tratamiento de avanzada y superador de algunos modelos que se presentan en nuestro país, ya que son tratamientos personalizados.
Básicamente son una síntesis de estos aportes, mas los desarrollos de Comunidades Terapéuticas profesionales, las terapias cognitivas- conductuales, las terapias grupales, el psicodrama, la terapia familiar sistémica, la PNL, el análisis transaccional, la terapia gestáltica y los aportes de las neurociencias y psiquiatría, fusionándolos y mejorándolos, lo que nos permite obtener uno de los porcentaje de recuperación más alto de Latinoamérica.
 

Obesidad

La obesidad es una enfermedad crónica en la cual existe un exceso de grasa en el organismo de la persona. Se evidencia porque el Índice de Masa Corporal (IMC) en un adulto es mayor a 30. El IMC se obtiene a partir de la estatura y el peso de un individuo. Sin embargo, debido a que el IMC no distingue entre el tejido adiposo y el tejido magro, otra forma de evidenciar si una persona es obesa, aunque más complicada, es mediante el porcentaje de su grasa corporal (hombre con más del 25% de grasa corporal, mujer con más de 30%).
Esta enfermedad es producto de un consumo de calorías superior al necesitado por el organismo y está determinado por diversos factores:
Genéticos: Según estudios realizados la información genética influye en un 33% al peso de una persona. En el caso de tener padres obesos, el riesgo de tener obesidad es 10 veces mayor a lo normal (aquí es importante aclarar que se debe no sólo a la genética sino también a los hábitos alimentarios que les inculcan).
Socioeconómicos: La obesidad es doblemente más frecuente entre las personas de nivel socioeconómico bajo que entre las de nivel más alto. Esto probablemente se debe a las menores tasas de educación y a la disponibilidad de alimentos más baratos (comida rápida) que son perjudiciales a la salud.
Psicológicos: son trastornos emocionales provocados por los prejuicios y la discriminación contra las personas obesas. Actualmente, la cultura occidental posee como prototipo de belleza a las personas delgadas. Esto afecta mayormente a las mujeres. La imagen negativa del cuerpo, entre otros trastornos emocionales, que se ve una persona provoca inseguridad.
Estilo de vida: El incremento de vida sedentaria es una de las razones principales para el incremento de la obesidad en los últimos tiempos. Las personas que no realizan actividad física precisan menos calorías; pero esto no quiere decir que coman menos que una persona normal.
Las consecuencias de la obesidad sobre la salud son resultado de un incremento de la masa grasa, como artrosis o apnea del sueño, o un incremento en el número de células grasas como diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares. Asimismo, la mortalidad incrementa en la obesidad.
Para tratar la obesidad, la reducción de peso es uno de los objetivos, pero no es el primer paso a seguir. Es fundamental primero trabajar en aquellos factores psicológicos asociados a la enfermedad, como ansiedad, inseguridad, y creencias erróneas acerca del peso y la comida. En Fundación Manantiales, nos encargamos de que los pacientes aprendan a aceptarse a ellos mismos y a sus cuerpos. Tratar primero el síntoma sería contraproducente ya que una dieta brusca funcionaría sólo a corto plazo y sería imposible mantener un peso equilibrado para no volver a aumentarlo.
El objetivo del tratamiento no es estético, sino que se basa en mejorar la calidad de vida, y en consecuencia, disminuir los riesgos de enfermedades cardiovasculares y otras mencionadas anteriormente. El paciente debe aprender nuevos hábitos de alimentación que reemplacen los viejos vicios y se acompaña de un aumento de actividad física. Lo importante es tener en cuenta que la obesidad no se trata mediante cirugías, medicamentos o dietas imposibles, sino que es necesario un cambio en los hábitos alimenticios mediante una dieta equilibrada.
 

Juego Compulsivo

El juego compulsivo o ludopatía es la enfermedad caracterizada por el impulso incontrolable a jugar, es decir, cualquier tipo de actividad en que la persona pone algo de valor en riesgo sobre las bases de un resultado desconocido. Al no provocar síntomas físicos, debido a que genera únicamente una dependencia psicológica, se conoce a esta enfermedad como “la adicción invisible”. El juego se vuelve una adicción cuando provoca conflictos familiares, emocionales, legales o financieros, y la persona continúa apostando igualmente. El jugador precisa de la sensación de ganar, aunque este no sea el caso la mayor de las veces.
Este desorden de salud mental de control de los impulsos se da cuando la persona piensa constantemente en el juego, aumenta sus apuestas a modo de mantener la emoción, y cree que para recuperar el dinero perdido la mejor solución es continuar jugando. Es común que el adicto mienta para esconder que ocupa su tiempo apostando por vergüenza, y en el extremo cuando ya no posee dinero para apostar recurre a actos ilegales para conseguirlo. La violencia en el hogar, dejar los estudios y la pérdida de trabajo son consecuencias casi inmediatas del juego compulsivo. De esta manera, no sólo arriesga sus pertenencias sino que también todas sus relaciones interpersonales. Al igual que el alcoholismo, el jugador se vuelve tolerante a la cantidad en juego. Esto quiere decir que cada vez siente la necesidad de apostar más cosas para sentirse satisfecho. 
El tratamiento para los jugadores compulsivos empieza por reconocer que tienen una enfermedad. La negación es una característica de todas las adicciones, y es por eso que al aceptarlo, los pacientes ya están dando un primer paso hacia la recuperación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario